10 septiembre, 2013

El sol se esconde en Carrascosa

Cuando uno vive en la ciudad puede ver colores bonitos en un atardecer; también en un amanecer. Sin embargo los edificios o los árboles suelen tapar gran parte del cielo y no se observa bien. A esto hay que añadir que a mi, personalmente, me gusta menos el paisaje urbano que el del campo.

He crecido en una familia en la que ir a ver la puesta de sol se consideraba un disfrute por lo que siempre aprecio el poco color que pueda aparecer en el firmamento.

Es por eso que los últimos días de agosto, cuando he estado en Carrascosa, mi lugar de disfrute máximo dónde se juntan el campo y un espacio donde he creado mi pequeño jardín, me he quedado asombrada observando magníficas puestas de sol. Este es un ejemplo de cómo se veía el pueblo el día 28 de agosto desde la puerta de mi casa:





Aquellos días hubo muchas tormentas de fuertes lluvias y granizo por toda la zona que rodea mi pueblo, pero casi no llovió en Carrascosa. A pesar de no poder disfrutar de los truenos, relámpagos y lluvias de una buena tormenta, las nubes del cielo se dejaron pintar aportando colores y textura a un atardecer maravilloso:







Incluso en las zonas sin nubes el color era espectacular:





Otros días también hubo algo de color y nubes que estaban dejando tormenta en algún lugar:






Solo falta el rostro de Zeus asomándose:








Mi historia con las puestas de sol es un poco complicada... siempre me han gustado y no puedo evitar fijarme en el cielo cuando llega la hora adecuada del día. Recuerdo haber disfrutado de bonitas estampas desde pequeña en este mismo lugar, así como en el lago Winnisquam en la costa nor-este de Estados Unidos, de donde es mi madre...



Pero también tengo algún mal recuerdo de cuando observaba puestas de sol, concretamente en Madrid...

Yo disfrutaba de salir a correr por el parque para hacer algo de ejercicio y liberar tensiones al final del día...y por supuesto, en cuanto atisbaba algo de color miraba hacia arriba. No es bueno hacer eso mientras se corre ya que hay que estar atento en dónde se pisa. Parece que alguien quiso castigar mi imprudencia poniendo un hueco justo donde iba a caer mi pie...
Por supuesto, yo iba mirando al cielo...y pisé en el hueco... con el predecible resultado de hacerme un esguince en el tobillo que no me dejó correr mucho más aquel día.

Algunos me han llamado torpe o se han reído de aquel desagradable incidente, pero lo cierto es que disfruté de una vista muy bonita mientras duró. Aún así os recomiendo que, si salís a correr, a conducir, a montar en bici, etc, paréis un momento para ver los colores en vez de hacer como yo.




El último día de mi retiro en Carrascosa se adivinaba otra puesta de sol espectacular, así que convencí a mi familia para coger el coche y subir a una zona alta desde la que poder observar el sol. La verdad es que no nos decepcionó:






Música extraída de la película "Ronja la hija del bandolero" (Ronja rövardotter)

8 comentarios :

  1. Respuestas
    1. Sorry about your unfortunate accident!

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    2. Thanks Peter!! :). That´s what happens when you gaze at the sky and you should be looking to the floor, hehe.

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  2. Muy bonitas Lisa, veo que somos amantes de los atardeceres, por "suerte" gracias a mi trabajo veo casi todos los días del año el amanecer y por supuesto, los atardeceres.

    Ahora entramos en la época más bonita para ellos, con la llegada del Otoño y gracias a una atmósfera más activa vamos a poder asistir a bonitos espectáculos.

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    Respuestas
    1. Ohhh, que bien! tendré que estar atenta entonces, aunque en Madrid no siempre puedo verlos.
      Bueno, el trabajo da todo tipo de satisfacciones, jejeje.

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Muchas gracias por tu comentario

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